Juan Rodríguez, Director General de F5




¿Cuál es la situación de la Administración Pública española en cuanto a digitalización?
Según el último Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) de la Comisión Europea, España es el segundo país de la Unión Europea con mejores servicios públicos digitales, un área que mide los niveles de administración electrónica, datos abiertos y servicios digitales de la administración para ciudadanos y empresas, por lo que en este apartado ocupamos una posición de liderazgo. Hay otros aspectos, como el acceso de los ciudadanos a la fibra, que también han avanzado mucho. Sin embargo, nos falta aún dar un paso más en alguna de las fases que incluye la transformación digital, como mejorar en optimización de procesos y en el desarrollo de aplicaciones nativas cloud.

¿Podemos decir entonces que las administraciones públicas españolas han hecho sus deberes en lo que a transformación digital se refiere?
En términos generales, sí. Pero es necesario impulsar aún más todo lo relativo a la adopción del cloud, que es un factor estratégico en los procesos de transformación digital y en el que las AAPP van aún por detrás de la empresa privada. Para ello, es necesario superar algunos retos, como ser capaces de gestionar apropiadamente un amplio portfolio de aplicaciones complejas, mejorar todo lo relacionado con la seguridad o conseguir una visibilidad adecuada de las aplicaciones.
La situación que nos ha hecho vivir la pandemia ha obligado a prácticamente todas las compañías y organismos de la Administración Pública a acelerar sus procesos de transformación, forzándoles a utilizar unos servicios para los que, salvo excepciones, no estaban preparados, y es ahí donde han salido a relucir algunas deficiencias. En general, hay que reconocer que han sido capaces de definir de forma correcta sus estrategias de ciberseguridad, de acceso a las aplicaciones, etc. Lo que necesitan ahora es consolidar lo que ya se ha hecho y preparar la infraestructura tecnológica para permitir una adopción más amplia de la nube. Cambiar de un entorno de aplicaciones monolíticas a otro basado en aplicaciones web, móviles y microservicios… disponer de aplicaciones que sean capaces de adaptarse de una manera nativa a la nube.
Si el objetivo es ser más flexible, escalable y mejorar el servicio al ciudadano, no hay más remedio que buscar una fórmula que permita a las administraciones ser más ágiles y sensibles de cara a la puesta en marcha de nuevos servicios y nuevas aplicaciones.

¿Cuál es la propuesta de F5 para superar estos retos?
F5 es una empresa con más de 25 años de experiencia especializada en servicios de aplicación enfocados a garantizar la seguridad, accesibilidad y escalabilidad de las aplicaciones. En F5 pensamos que las aplicaciones actuales deben tener la capacidad de adaptarse a cada circunstancia, es decir, deben ser como un ser vivo, capaces de autogestionarse y evolucionar de acuerdo a las necesidades puntuales del ciudadano y a los servicios ofrecidos por cada organismo.
Esto se hace posible mediante la incorporación de tecnologías de Inteligencia Artificial y Machine Learning, con las que cada aplicación puede ser capaz de autogestionarse, de saber cuándo está siendo víctima de un ataque, de defenderse y de repararse si llegara a sufrir algún daño. Ofreciendo a las aplicaciones servicios automatizables, con políticas coherentes, multicloud e inteligentes conseguimos dotarlas de inteligencia, haciéndolas mucho más ágiles, seguras y flexibles. Todo ello hace que el organismo público en cuestión pueda entregar una experiencia de usuario mucho más completa. La novedad en nuestra oferta es que ahora podemos ofrecer esos servicios en la nube, bajo la modalidad as a service, algo que ya está siendo plenamente aceptado por organizaciones líderes de sectores como Banca, Seguros y Telco.

¿Están las administraciones públicas españolas preparadas para adoptar la propuesta de F5?
Los servicios de aplicaciones de F5 abarcan arquitecturas tanto tradicionales como modernas. Aún existen muchos organismos que siguen centrándose en arquitecturas monolíticas, y aunque no todas las aplicaciones tengan que migrar necesariamente a la nube, estas organizaciones deberían ser capaces de desarrollar y desplegar nuevas aplicaciones en todo tipo entornos, ya sea web, móvil o microservicios, ya que, por ejemplo, la demanda de servicios a través de aplicaciones móviles va a seguir creciendo mucho. Aunque hay una concienciación sobre esto cada vez mayor, aún se necesita cierta evolución de mentalidad a la hora de plantearse el desarrollo de las aplicaciones. Al final, trabajar para todos los entornos, web, móvil y contenedor, resulta mucho más fácil y práctico.
La verdad es que si no se evoluciona más rápido no es solo por la empresa o el organismo público, sino que los proveedores cloud también tienen parte de responsabilidad. Sabemos que la seguridad es un factor fundamental, y muchos clientes no se sienten cómodos enviando sus datos a un CPD situado fuera del territorio nacional. Recientemente, dos grandes proveedores cloud ya han anunciado la inauguración de nuevos hubs en España, lo que, con toda seguridad, hará que desaparezcan las barreras que tienen actualmente muchas administraciones a la hora de orientarse de una forma más decidida a la nube.
Asimismo, las medidas incluidas en el plan España Digital 2025 también van a resultar decisivas para animar los procesos de transformación de muchas administraciones públicas.