Hablar de Esri es hablar de medio ambiente, un ámbito en el que ha estado involucrado desde sus inicios y que marca la evolución de la compañía.
El cambio climático y sus consecuencias más directas, como el aumento del nivel del mar o el incremento en el número de fenómenos meteorológicos extremos, están afectando, no sólo a aspectos de nuestro día a día, sino también a cuestiones globales, como puede ser la economía mundial.
Por este motivo, los principales líderes gubernamentales y empresariales están abordando la necesidad de comprender los impactos del cambio climático y, lo que es más importante, adelantarse a sus efectos para poder establecer políticas que permitan mitigar y amortiguar sus consecuencias. En este sentido, la tecnología de Esri está siendo una herramienta vital, no solo por su versatilidad, sino también por la concepción y la visión medioambiental con la que se ha desarrollado.
Precisamente por el impacto de los cambios medioambientales en todos los aspectos de nuestro entorno, hablar de “Geographic Information Systems” (GIS) y medio ambiente es abrir un abanico de posibilidades excepcional que, por otro lado, muestran la flexibilidad y adaptación de esta tecnología a la hora de resolver los problemas más complejos.
Esri ha diseñado su Sistema para aportar claridad al desafío climático, especialmente complejo por la multitud de variables que entran en juego y el volumen de datos y diferentes fuentes de información que conlleva. En este sentido, la tecnología geoespacial ayuda a enriquecer, analizar y visualizar los datos, así como a revelar patrones de comportamiento ocultos y dar un visión global y transversal de los problemas. Con este marco tecnológico y los datos adecuados, se pueden plantear estrategias eficaces y a la altura de uno de los retos más importantes de nuestro siglo.
La tecnología geoespacial ayuda a enriquecer, analizar y visualizar los datos, así como a dar un visión global y transversal de los problemas
Además, no solamente se pueden analizar las condiciones actuales, también podemos elaborar modelos predictivos con base a diferentes posibilidades evolutivas, lo que permite plantear distintos escenarios sobre los que actuar y tomar, en todos los casos, las mejores decisiones.
Esta capacidad predictiva, por poner un ejemplo distinto al ámbito climático, ha sido vital para poder afrontar de manera global, por parte de distintos organismos mundiales, algunos aspectos de la pandemia por SARS-CoV-2.
El papel de la Administración en la Agenda 2030
En los últimos años, los mapas están experimentando un “renacimiento”, debido principalmente a las nuevas necesidades que se establecen y a la mayor demanda por parte de la población de la variable “dónde”, así como a la gran evolución tecnológica de los GIS, que permiten dar respuesta a esas necesidades de una manera prácticamente inmediata y desde cualquier dispositivo con conexión a internet.
Para poder cubrir estas necesidades de demanda, en Esri España trabajamos para poner en marcha soluciones listas para usar; soluciones que permiten a las diferentes Administraciones establecer políticas que les garanticen el cumplimiento de la Agenda 2030, así como hacer un seguimiento exhaustivo y en tiempo real de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este es el caso de ODS Maps, una solución desarrollada en colaboración con nuestro partner de datos AIS Group y el Observatorio de Sostenibilidad, que proporciona a las administraciones públicas las herramientas necesarias para medir, interpretar, visualizar, colaborar y actuar sobre los ODS.
Esri dispone de soluciones que permiten a las diferentes AAPP establecer políticas que les garanticen el cumplimiento de la Agenda 2030
A nivel regional, son varias las Comunidades Autónomas que están utilizando la tecnología Esri para poner en marcha soluciones que les permitan adelantarse a los efectos del cambio climático. Este es el caso de Navarra, que a través del proyecto KLINA ha elaborado una hoja de ruta para adelantarse a los efectos del cambio climático y tomar decisiones que favorezcan un escenario más sostenible.
En otros ámbitos, también se están poniendo en marcha proyectos GIS para favorecer la economía circular y reducir la huella de carbono. En este sentido, la gestión de los residuos generados por las plantas depuradoras de aguas, por ejemplo, ya se están gestionando a través de nuevas soluciones GIS de manera responsable y eficiente, redundando en un uso secundario de los biosólidos en el ámbito agrícola.
Luchar contra el cambio climático sin que se pare el planeta
Descendiendo al ámbito puramente empresarial, compañías tan conocidas como IKEA están haciendo uso de la tecnología GIS de Esri en proyectos de energías renovables y administración de masa forestal, preservando y protegiendo los bosques al tiempo que se garantiza la disponibilidad de materia prima.
También se están desarrollando Gemelos Digitales, que sirven de “modelos” territoriales virtuales, para pronosticar las tendencias climáticas en las próximas décadas y así poder hacer una evaluación del impacto que tendrá el clima en escenarios de cambio climático en un puerto marítimo o en un área comercial específica, por poner algún ejemplo.
Pero no hay que mirar al futuro para ver los efectos del cambio climático. Medio centenar de islas del archipiélago de Fiji, por ejemplo, están en una situación muy delicada a nivel humanitario debido a la escasez de recursos, a economías vulnerables y a ecosistemas frágiles. A medida que aumenta el nivel del mar, los habitantes del archipiélago, se ven obligados a abandonar las aldeas costeras en busca de otras zonas, lo que provoca una situación de presión demográfica en otras zonas de las islas. Por este motivo, los líderes del país están utilizando la tecnología Esri y la teledetección para poner en marcha proyectos que permitan mitigar estos efectos y dar una respuesta eficaz a esta crisis permanente.
Los fenómenos meteorológicos extremos cada vez son más frecuentes y más “extremos”. Los desastres naturales vinculados al clima cada vez tienen más impacto en los hábitats y en las economías del planeta. Hablar por tanto de GIS y cambio climático, es hablar en muchos casos de supervivencia a corto plazo.
En definitiva, la tecnología geoespacial aporta claridad a los complejos desafíos climáticos a los que nos enfrentamos ya que nos ayuda a dar sentido a grandes volúmenes y variedad de datos. Los conjuntos de datos se pueden enriquecer, analizar y superponer de manera que revelen patrones, tendencias y relaciones que de otro modo no serían visibles.
Gracias a la tecnología de Esri, es posible tener una imagen precisa de las condiciones actuales, lo que en inglés se denomina el “big picture”, así como modelar y simular estrategias de intervención en escenarios futuros. Asimismo, como se está demostrando con la crisis de la COVID-19, se puede utilizar el GIS para ver qué decisiones tomar, cuándo tomarlas y dónde tomarlas.
El compromiso global de la lucha contra el cambio climático requerirá de nuevos enfoques para adelantarnos a los posibles escenarios que muestren unos territorios inexplorados a los que, por ahora, solo podemos acceder a través de la tecnología geoespacial.