Las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) nos resultan familiares a muchos de nosotros, tanto que las hemos incorporado a nuestros procesos de trabajo como una fuente de datos sobre la que construir soluciones y resolver problemas en los que la componente espacial es importante. Son numerosos los ejemplos de IDE en España, desde algunas ya con mucha historia y contenidos, como la IDEE, a otras mucho más recientes, pero igualmente interesantes, como la IDEAS de Asturias.
Para hablar de Infraestructuras Geoespaciales tenemos que hablar de la Directiva INSPIRE, que pretende crear una infraestructura de datos para dar soporte a las políticas medioambientales de la UE. Esta directiva se publicó en 2007 y actualmente ya es de obligado cumplimiento por los Estados miembro. Los usuarios de ArcGIS tienen ArcGIS por INSPIRE para ayudarles en estas tareas.
El concepto de IDE sigue plenamente vigente, pero incluso las revisiones que se hacen sirven al fin para el que se concibió: compartir información entre diferentes actores. Así, los cuatro componentes que tradicionalmente se considera que forman una IDE, se entienden en el contexto de una infraestructura diseñada para compartir datos, no para extraer conocimiento, ya que esa responsabilidad cae en otros sistemas.
Diferencia entre Infraestructuras de Datos Espaciales e Infraestructuras Geoespaciales
A veces los nombres son importantes y eso es lo que ocurre cuando hablamos de Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) o de una Infraestructura Geoespacial
La Infraestructura de Datos Espacial surgió en torno a la idea de compartir datos; ese es el fin último de una IDE, facilitar el hecho de compartir y acceder a datos. Sin embargo, la Infraestructura Geoespacial, además de centrarnos en los datos, también incluye otros aspectos, como los modelos de datos, los flujos de trabajo, procesos, infraestructura física, roles, políticas de acceso a la información, herramientas, etc.
El concepto de Infraestructura Geoespacial surgió, por tanto, ante la necesidad de considerar todos aquellos aspectos que no quedaban cubiertos por la idea de IDE. Esta visión, más amplia y construida a partir de conceptos ya asentados, permite abordar el problema de definir una estrategia geoespacial nacional, o regional, integradora e integrada en el resto de políticas. La necesidad y los beneficios de definir una estrategia geoespacial la dejo para otro momento, porque tiene entidad suficiente.
Hoy en día, en plena cuarta revolución industrial (4IR), cobra más importancia que nunca no quedarnos en el intercambio de datos, sino construir infraestructuras geoespaciales, que incluyan, entre otras, herramientas para analítica de datos, automatización de procesos… en definitiva, extraer y generar conocimiento a partir de los datos geoespaciales para, de esa forma, poder construir soluciones de mayor valor para la sociedad. Cada vez más, esta generación de conocimiento se realiza de forma automática.
Jack Dangermond y Michael GoodChild nos dejaron su visión sobre las Infraestructuras Geoespaciales en el artículo Building geospatial infrastructure. (December 2019. Geo-spatial Information Science 23(1):1-9): “Una infraestructura geoespacial es un Sistema de Información Geográfica (SIG) llevado a una nueva escala, que ha crecido desde los pequeños comienzos hace medio siglo, recogiendo numerosas aplicaciones, una comunidad de usuarios y servicios, organizaciones públicas y privadas”. Este este mismo artículo nos dejan algunas ideas sobre sus objetivos:
- Visualizar qué es posible
- Construir y gestionar datos esenciales
- Mejorar la productividad y la eficiencia
- Desarrollar la sostenibilidad
- Involucrar a los ciudadanos
- Proteger la biodiversidad
- Construir organizaciones más inteligentes
- Diseñar para la resiliencia
- Compartir y colaborar
- Asegurar la privacidad individual
En conclusión, los cambios que se están viviendo en la sociedad afectan a todos los ámbitos, y el mundo de los sistemas geoespaciales no es una excepción. Con la llegada de la cuarta revolución industrial, la generación de conocimiento juega un papel principal para abordar la búsqueda de soluciones a los retos actuales y futuros.
Por todo ello, los conceptos de interoperabilidad e intercambio de datos se complementan con conceptos relacionados con la analítica de datos, la colaboración y la integración en sistemas mucho mayores; todo ello para poder definir las políticas y las estrategias que nos permitirán sacar el máximo beneficio del conocimiento geoespacial en nuestra sociedad.
Cada vez oiremos hablar más de Infraestructuras Geoespaciales como esa idea integradora de la información geoespacial en un ecosistema cambiante y cada vez más complejo.